Se recupera uno de los espacios culinarios más famosos de la Málaga de siempre
Todos los que conocen Málaga capital de antiguo, sabían que para comer el mejor producto y el más profesional servicio había dos destinos: La Alegría en el casco antiguo y Antonio Martín. Después estaban los demás negocios hosteleros. Por esas cosas de la vida el restaurante Antonio Martín enclavado en la Malagueta junto al mar y con una instalaciones y salones selectos, paso de moda, bajó la calidad y tuvo que cerrar. Así permaneció durante años, abriendo y cerrando con distintos arrendadores. Y un día en pleno boom de la cadena de restaurantes de cocina andaluza se lo queda La Moraga. Ciertos avatares empresariales complejos en los que no voy a entrar, hacen que este buque insignia reflotado con dineros varios y con una gran inversión en su instalaciones no solo no cuajó si no que cayó en picado. Y es aquí donde llega su salvador: el gran cocinero que tenia su afamado local junto al castizo quiosco Frente al Mar del paseo marítimo malagueño donde viví algún verano.
Adolfo Jaime el conquistador
Todos sentimos gran pesar cuando este cocinero de alta escuela y gran oficio decidió jubilarse y cerrar su restaurante homónimo. Por eso me dio gran alegría cuando comiamos en el restaurante estrella Michelín 2 soles en guía Repsol José Carlos García en Muelle Uno,y me comunicó que volvía al frente del que fuese baluarte malagueño.Y sin cambiar el nombre de La Moraga ni la decoración, Adolfo ha metido oficio, cordura, alta calidad de géneros y un buen equipo de profesionales. Y eso se nota. Hay una amplia zona de tapeo de gran ventanal con variada carta de tapas, precios acordes y buena climatización con barra y mesas de tapeo. También disponen de variados salones donde sirve unas bodas de tronío. No se pierda una comida en su terraza frente al mar, con una carta para todos los bolsillos. La dirección para los que no lo conocen es: Plaza de la Malagueta, 4, 29016 Málaga y su teléfono el 952 22 41 53 junto al coso taurino. Gracias Alfonso por tirarte al ruedo de nuevo. Mucha suerte maestro