Estas frutas son originarios de la zona andina entre Perú y Ecuador. Y llegan vía África a España. Cultivándose con gran éxito entre Motril y Almuñecar. Y es allí, donde Pepe Botos, el dueño del chiringuito del mismo nombre de la playa de San Cristóbal, cultiva de forma ecológica unos ricos chirimoyos para su propio consumo y de sus amigos. Siendo la variedad “Fino de Jete” el 95 % de las que se cultivan en nuestra costa.