Antes de abrir la puerta cada mañana, ya hay gente en la puerta. Son sus parroquianos y algún turista al que ya le han contado de las excelencias que tiene esta ilustrada taberna de Almería. Abrió sus puertas en el año 1870, en la calle Jovellanos, 7, esquina con calle Lope de Vega. Como dice su propia historia: “En sus inicios (1870) este establecimiento era utilizado, en su planta baja, como recinto para guardar carruajes; en su piso superior, como posada. A partir de 1890 se convierte en una taberna regentada por  Luís García hasta que en 1900 pasa a ser propiedad de Juan Puga Antequera, fundador de la actual Casa Puga. En aquellos años, Juan Puga Antequera lo mantiene con las clásicas tapas de la época como el bacalao frito, las papas cocidas, los embutidos típicos de pueblo. Leonardo Martín (1910), sobrino de Juan Puga Antequera, siendo aún un niño llega desde la población de Albuñol (Granada) para trabajar junto a su tío. Lo hará hasta 1948, año en que toma bajo su dirección las riendas de Casa Puga.” Y no se si será por eso, pero no se pierdan la jubilosa romería que cada año hacen los dueños y clientes amigos hasta el cortijo Sala en el termino de La Contraviesa para catar y comprar la partida de vino del año que todos disfrutan previamente en el pueblo alpujarreño. Y aquí siguen Leo, José, Adolfo, Juan y Rafa, para atenderles con agrado y ofrecerles sus tapas y raciones de siempre. Y no se pierdan la colección de cartas postales dibujadas. Todo un arte