Julio Gámez y su esposa Charo Jiménez, gente del mundo de la televisión se han lanzado a una complementaria aventura hostelera. En su recoleto y céntrico bar ofrecen desde desayunos muy ajustados en precio, hasta los variados aperitivos, basados en general con el pescaito frito con aceite de oliva. Donde no falta el bienmesabe (pescado adobado al estilo sevillano) sepia, gambas fritas y un amplio surtido que Charo fríe perfectamente. Su singular propuesta de ofrece cartuchos para comer en su terraza, interior o llevar a casa. Una simpática forma de disfrutar la cocina andaluza.