Pleno de leyenda e historia es el colofón de Navidad
Hay una divertida polémica sobre si deben llevar fruta escarchada el roscón que emulan a las gemas. Las cosas cambian y muchas veces se inventan, Vaya un ejemplo. “Baltasar fue blanco hasta el siglo XVI, época a partir de la cual se le representó como de raza negra por necesidades estratégicas de la Iglesia”, según indica el escritor Pepe Rodríguez, que se apoya en el cuadro de la La adoración de Weyden (1455) donde Baltasar es blanco. El rey mago aparece de raza negra ya en el cuadro “La adoración de Bosch (1510). Lo mismo sucede con la historia del roscón de Reyes, llamado también en otros lares Rosca de Reyes. La costumbre se basa en diferentes tradiciones originadas el Grecia y Roma.
En México, a este dulce se le conoce como Rosca de Reyes y en su interior hay un pequeño Niño Jesús que simboliza la necesidad de encontrarle un lugar seguro para su nacimiento con el fin de que el rey Herodes no pueda matarlo en su persecución de los infantes.
Una sola haba
En el roscón se debe de introducir dos cosas imprescindibles: unas figuritas, monedas o sorpresas varias, y una sola haba seca. La persona que lo encuentre sera considerado el rey de la fiesta. El motivo se fundamenta en la costumbre griega del sufragio donde se utilizaban como fichas de voto las habas secas. De ahí la frase de “esto son habas contadas”. Siglos más tarde la tradición se extendió por toda Francia, en donde, se creó una gran torta o roscón llamado gâteau de la fève (pastel de haba) y a quien encontraba en su pedazo el haba, se le nombraba Roi de la Fève (Rey del haba).
Infinitas leyendas envuelven a este dulce, anuncio de fin de fiestas. Lo importante es que no inventemos mas que lo justo. O sea, al que le toque el haba será nombrado rey de la fiesta. Lo demás son opciones a elegir, pero no tradición. Por eso disfrute también las frutas escarchadas. Dan color, sabor y leyenda a un dulce mágico e infantil