Los espíritus inquietos y amantes de conocer o reiterar sabores variados y de otras cocinas, tiene un destino fundamental en este nuevo restaurante que hace solo una semana abrió sus puertas. Situado en plaza Bib-rambla, la familia Navarro, y en concreto, Carlos Navarro, se ha trabajado, desde el diseño, hasta las propuestas cibaricas.
Con luminosos ventanales a la plaza, cuenta con un gastrobar en la planta baja. En este animado espacio se puede, desde tapear al más puro estilo granadino, o hacer una incursión cosmopolita y disfrutar un aperitivo a base de ostras cantábricas o francesas, con cerveza Alhambra, vino blanco, cava o champán. Estamos en territorio “Barra Fish”. Una costumbre que he podido conocer en destacadas ciudades como Nueva York o Paris.
Disponen también de dos tipos de tartare. O los Niguiri – Sushi de Sibarius, con hamburguesa de wagyu, huevos de codorniz y trufa negra. También, una joven especialista hace los maki – sushi, con cinco variedades o los Uramaki (plato de origen japonés con base en arroz cocido) con cinco variedades. Pero la carta es mucho más variada. Podemos, en el mismo espacio, pasar de los sabores del mar a unas amenas propuestas típicas como el pata negra, quesos, mi-cuit o milhojas de queso y mango. Hay ensaladas. Y bien por tener verduras, ya sea en “toumbet” o en tempura con langostinos. Tres tipos de sopas y tres de carpaccios. Hay guiños ha otras culturas coquinarias, como los “tiraditos” (es una variante del ceviche de pescado. La diferencia está en el corte), y ceviches. O las “causas limeñas” plato de origen precolombino. Todos esto propio de Perú. Ojo, pero también hay cocina tradicional y española. Arroces , huevos rotos, tostas, pescados al estilo tradicional y variadas carnes con buen punto por sus brasa. Desde chuletón de buey a la paletilla de cordero, entrecot, hamburguesas, magret de pato. Ha disfrutar en su acogedor comedor de la primera planta con dos privados. Para los sibaritas y sus amigos hay otro destino. Hay que conocerlo.