Se ha ido el alcalde a ver al Papa Ratzinger. Es lo que tiene la derecha, decía un autor francés, que siempre tiene de su parte a un ángel, una virgen o cualquier santo. Los socialistas deberían de peregrinar con el Cristo del Paño, para que en este campo yermo de candidatos alumbre por fin la gran esperanza blanca que derroque a Pepe Torres. Y aquí se ha quedado Nino García-Royo -ay, perdón, hoy no quería hablar de Nino- recibiendo a Carmen Sevilla, labor más propia del Premio Naranja -ver comentario de ayer- que de un limón limonero. Este trasiego de políticos ha aburrido hasta a los jueces, hartos de escuchar a menesterosos, que para esas labores mejor vale un púlpito. Un juez ha archivado la denuncia del PP sobre el vídeo de los ‘incumplimientos’ del PSOE y les ha dicho que se dejen de milongas. Durísimo el auto. El magistrado dice que los políticos deben tener la piel curtida y el bolsillo honesto -esto último lo aporto yo-. Otro juez resolvió recientemente lo mismo sobre la denuncia que presentaron los tres alcaldes de la triple A contra Antonio Ayllón por injurias. El archivo de la denuncia del vídeo ha espoleado a los socialistas, que me cuentan que ya preparan otro film sobre los tres años de Pepe Torres en la plaza del Carmen. Tarantino va a parecer el director de Bambi.