Dejo Almería con los bolsillos rotos, la noche que a punto estuve de sacarle 36 euros a la tragaperra hasta que Paco Perea me hizo ponerme de rodillas y torear con la mano izquierda, que ya le dije yo que es mucha chulería para tan mal fario. Sin saberlo nos lo jugamos todo a doble o nada y en lugar de las tres sandías me salieron tres calabazas.
Regreso a Granada (ya se habrá dado cuenta Benavides) y dejo en Almería al bueno de Eugenio Gonzálvez, portavoz del PP en la Diputación, ahora que me cuentan que se había aficionado a este blog semiclandestino y nos leía tanto como nos insultaba. Eugenio (pasen y lean) inspira comentarios tan prosaicos como su persona, a quien de siempre le gustó más la contabilidad que la lírica, que es una ciencia de maricas que deja poco dinero.
Eugenio tiene un grupo de mariachis bravucones y mentirosos. Como un tal Matarí, alto cargo en la organización del PP andaluz, que difundió el jueves una nota de prensa que era un solo en gaita en do mayor. Decía Matarí (que le habría dicho Eugenio que dijera) que el alcalde de Gádor va a ejercer el derecho de rectificación contra las informaciones publicadas en IDEAL. Matarí se arrogaba la representación del PP regional, que después resultó no tener ni puñetera idea ni de la notita de prensa, ni de Matarí, ni de Eugenio.
No sé qué pretende el bueno de Eugenio que se rectifique. Si una sentencia de juez que ni el propio Ayutnamiento piensa recurrir o si el informe de reparo de un secretario que le cantó las cuarenta antes de irse juntos al fútbol. O si lo que pretende más bien es acojonar al personal para que no se sigan destapando más miserias.
Me voy y repito lo dicho. Que Eugenio me resultó la única vez que lo escuché maleducado y un pelín machista. Pero no te cabrees, Eugenio, y sigue leyéndonos con agrado. Yo también puedo resultar algunas veces un gilipollas y no darme cuenta.