Fue el primero en traer a Granada platos de la cocina centro europea.
Dentro de los clásicos restaurante de la capital de la Alhambra sin duda están los “kudamm”. Todo comenzó con uno pequeño establecimiento que desde el principio adquirió un ambiente muy especial, con su mesa redonda grande y sus pequeñas adosadas. Allí conocimos a Manolo Osuna. Un empresario andaluz que llegaba de haber tenido en Berlín varios restaurantes a donde recalaban muchos ilustres de la capital alemana. Pero un día decidió volver al Sur e instalarse en Granada. Su novedoso codillo de cerdo, la verbena de ahumados o las puntas de solomillo, fueron la “comidilla” de los amantes de la buena mesa en toda Granada y hasta en Andalucía. Un restaurante con toques germanos, con sus cervezas y sobre todo también con ciertos postres, entre sus muchos platos, que no se conocían por estos lares; su famosa tarta Apfelstrüdell, que se culmina con una copa de vodka helado con higos, servido en unas singulares botellas heladas. Toda una revolución gastronómica en la ciudad. Manolo Osuna dispuso de otro local en el pasaje y por último abrió, casi enfrente de su primigenio negocio, otro elegante restaurante que Marita Herrero, su esposa, se encargó de decorar sin escatimar en la calidad de los elementos, cocinas y comedores.
Y de este local quiero contarles sus excelencias culinarias y buen servicio. Detalles que Marita se encarga cada día en dirigir y controlar para que la calidad en la mesa se ayunte con la calidad y grata atmosfera que tienen sus tres comedores. Situado en la calle Pedro Antonio de Alarcón, nº 36 y abre todos los días. En su carta podemos encontrar una gran variedad de entradas y ensaladas, tres tipos de sopa, donde no falta la clásica europea de Goulasch. Hay seis tipos de pasta y en los pescados se incluye el singular Rollmops de salmón, espinacas y langostinos, rape a la crema gratinado, tres tipos de salmón y hasta bacalaos. De los que hay siete especialidades. Por supuesto su plato estrella son los codillos berlines de la casa, o el codillo de vacuno asado, costillas a la miel o el solomillo gratinado a los cuatro quesos. Y no se pierdan sus carnes y sus postres.