Anoche llegué narcotizado por las miserias humanas más que por el vino, que apenas si me hizo efecto. Eché mano del libro de artículos de Antonio Avendaño, al que acudo cuando soy incapaz de alumbrar un argumento sobrio por mi mismo. Siempre me detengo primero en la dedicatoria: ‘A Marga, novia de arena y a […]