EL PICANTE
El otro día cambié mi reserva de hotel. Llamé a un 4 estrellas, no crean que era el Ritz, y me salta una voz electrónica que me va pasando, tras muchas preguntas, a más preguntas y a pulsar botones varios. Tras largo “mamoneo” electrónico, decidí colgar y buscar a “una criatura” que me dijera si había sitio y a cuanto