Los niños son los futuros clientes. Pero hay que saber donde llevarlos a comer

No hay nada peor para un restaurante pequeño, de cocina sofisticada y atmosfera relajada, que ver aparecer una pareja con un carrito y un bebe. Pero la culpa no la tiene el dueño del restaurante. Los bebes y los niños pequeños hay ciertos tipos de restaurantes donde no debe de ir, y mucho menos a una cena. Lo que no significa que los tengamos enclaustrados. Los niños son los futuros clientes. Pero los padres son los únicos responsables de educarlos. Primero para saber comer, si lo hacen ya solos, con un mínimo de urbanidad y pulcritud. Y segundo saber comportarse en público.
No hay peor momento que el que te toque al lado una mesa con algún niño chillón, al que sus padres o parientes le permiten todo y hasta le rien la gracia. El otro caso terrible es compartir restaurante con un grupo familiar, donde los niños corretean entre las mesas importunando al resto de comensales. Pero todo esto tiene lógica solución. Lo primero es saber si el bebe o pequeño está en condiciones de comer fuera. Lo suyo es respetar sus horarios alimenticios y llevarlos comidos, si así le corresponde. Segundo es llamar al restaurante y preguntar, a la hora de la reserva, asunto que siempre recomiendo, si los niños en ese negocio hostelero son bien recibidos y si disponen de tronas para sentarlos a la altura de sus padres. Y como saben, y así realicé un apartado en el Anuario del 2014 de IDEAL, hay locales, que no solo están encantados en recibir familias con niños. Si no que además dispone de parques con monitores que supervisan, para que los crios jueguen y disfruten. Pero eso si. Si se sientan a la mesa a comer, consulte si hay menú para niños. Suelen tener platos acordes para ellos y van a veces hasta los 10 años. Y aunque el restaurante sean acogidos los niños, estos tienen que comportarse sin gritar ni molestar al resto de comensales. Y si a usted le molesta el “tema niños”, cuando haga una reserva pregunte si es un restaurante familiar. Ya se dan casos de hasta hoteles y cruceros solo para adultos. Y todos tan contentos y felices.